Niños del Cerro estrenó su nuevo álbum "Cuauhtémoc", revisamos track por track un disco que abraza la melancolía de vivir con nosotros mismos.
Cuauhtémoc
El single que abre al disco, nos presenta la melancolía y frenesí característica de Niños del Cerro, entre coros marcados y guitarras de cortes como latigazos, la banda icono del pop de guitarras, nos abraza con melodías dulces pero que desembocan en potencia. Una clara reinvención del propio estilo de la banda pero con una identidad marcada.
Durmiendo en el Parque
El segundo track del álbum puede adornar el mismo sentimiento abordado en el anterior, la melancolía está vez con una guitarra que acompaña la voz en todo momento, en un relato personal con la conciencia, en una salida casual como dormir en el pasto de cualquier parque. Cerrando con teclados melosos y una intro al más puro estilo de bandas como Primavera de Praga.
El Sol en Los Ojos
Un tema de lo más atmosférico lo hace una clase de ASMR en lo sonoro, con arreglos de teclados, vientos y voces principales casi susurradas. Hace un disfrute cada aspecto del tema. En una estética suave, en el tema más atmosférico del álbum, y el que más representa el sentimiento predominante, la melancolía.
Sisifo
Una melodía bossa adorna el final del disco, con ritmos samba, y el bossa carioca. Transforma lo lento en algo rescatable, en una experiencia para conversar con nosotros mismos, en una experimentación sonora clara para la banda. En cuanto a lo del estudio se trata, las capas que se pueden escuchar son notables en su simpleza. Explotando frenéticamente en un canto al unísono que recuerda a los discos más recordados de Blur, cortando y llevándonos de nuevo hacia un lugar sutil, entre guitarras profundas y baterías rítmicas que lleva a Niños del Cerro a desmarcarse. Saliéndose de los cánones del rock y de la mano del indie.
REFLEXIONES
Cuauhtémoc muchas veces es el reflejo de sus creadores, chicos con una sensibilidad diferente, que pueden disfrutar de una tarde en el parque o una junta con amigos solo para cantar horas y horas. Sumergirse en la melancolía de sentirnos tristes, o muy alegres por recuerdos, hablar con su propia consciencia y atesorar recuerdos. Al menos para mí el disco se aferró a los sentimientos que tenemos a la hora de recordar esas cosas, que pueden ser de alegría incalculable o tristeza profunda. El disco mantiene la identidad de Niños del Cerro pero los reinventa desde lo que ya han creado. Al final una banda de amigos que disfrutan hacer música desde una sensibilidad pocas veces vista, una compenetración entre todos que nos invita a ser parte del día a día en Niños del Cerro, una de las bandas más trascendentales para el indie chileno.
Puedes escuchar "Cuauhtémoc" el nuevo álbum de Niños del Cerro aquí:
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